miércoles, 11 de mayo de 2011

El interruptor

Por María Eugenia Vílchez

Para iniciar algo tiene que haber concluido lo anterior, pero tengo la impresión de que esta campaña electoral es sólo una letra dentro de una frase que se viene escribiendo desde las últimas elecciones. Qué más da si fueron autonómicas o generales.

La campaña no es más que un esfuerzo titánico donde los candidatos refrescan sus compromisos incumplidos, aprovechan para el "y tú más" del contrario y hacen un propósito de enmienda que pocas veces llega. Dicen las encuestas que los políticos son el tercer problema para los ciudadanos, quizá deberían hacérselo mirar.

La mayoría de la gente ya sabe lo que quiere. Sabe lo que va o no a votar. Este último esfuerzo de los candidatos sólo sirve para que los convencidos refuercen su tesis y para que otros tantos se cansen definitivamente y decidan no ir a votar.

A veces parece que se les olvida la moraleja de Pedro y el Lobo: “si vas a mentir, asegúrate de que corres más que el lobo”. Pensar que a los ciudadanos se les puede decir cualquier cosa es subestimar su capacidad, algo que suele ocurrir, desgraciadamente en estos tiempos demasiado a menudo.

Pero pueden hacer lo que quieran, tienen licencia para ello, se la hemos dado. Los políticos no tienen oposición, no nos tienen en la calle para reclamarles que cumplan con su obligación y que no engañen.

La política está contaminada y se comporta como un niño tirano que hace y deshace a su antojo. Y nosotros, ¿qué hacemos nosotros?, los ciudadanos....
Nosotros pasamos porque estamos muy hartos de la política y los políticos. Seguramente será que pensamos que no está en nuestra mano cambiar las cosas, groso error. 

¿Dónde está el interruptor que activa a esta sociedad dormida?...si lo encuentran ustedes no lo duden, actívenlo. Es muy urgente, gracias.

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