Por José Manuel León En Córdoba Hoy x Hoy hemos comenzado la ronda de entrevistas con los partidos minoritarios. Juan Luis Hidalgo, de UPyD ha sido el primero en visitarnos para contar sus propuestas para Córdoba.
Nacido en Córdoba hace 45 años, Juan Luis Hidalgo ha pasado buena parte de su vida en Barcelona donde fue destinado como maquinista de Renfe. Allí nacieron sus hijas y también allí estudió ingeniería, en catalán. De regreso a Córdoba, en el año 2007 decide involucrarse en proyecto político que por entonces ponía en marcha Rosa Díez. Ahora, y tras un proceso de primarias, Hidalgo es el candidato por Córdoba de una formación que asegura que no pactará con nadie. Como también afirman que ellos representan una nueva forma de hacer política. Una forma alejada de los cánones habituales. Una política alejada del coche oficial, la tarjeta de crédito y los clientelismos de partido.
Nacido en Córdoba hace 45 años, Juan Luis Hidalgo ha pasado buena parte de su vida en Barcelona donde fue destinado como maquinista de Renfe. Allí nacieron sus hijas y también allí estudió ingeniería, en catalán. De regreso a Córdoba, en el año 2007 decide involucrarse en proyecto político que por entonces ponía en marcha Rosa Díez. Ahora, y tras un proceso de primarias, Hidalgo es el candidato por Córdoba de una formación que asegura que no pactará con nadie. Como también afirman que ellos representan una nueva forma de hacer política. Una forma alejada de los cánones habituales. Una política alejada del coche oficial, la tarjeta de crédito y los clientelismos de partido.
Me resulta curiosa la forma de entender lo público que tiene esta joven formación. Abogan por la regeneración democrática como santo y seña de un proyecto del que prácticamente sólo conocemos a Rosa Díez. Defienden algunos cambios con los que podrían coincidir muchos de ustedes. Por ejemplo una nueva ley electoral más proporcional entre número de votos y porcentaje de poder, o una administración sin tantos cargos oficiales donde sean los mejor cualificados los que ocupen los puestos de responsabilidad.
¿Otra política es posible? ¿Serían capaces de cambiar las cosas si alguna vez está en su mano hacerlo? Me gustaría pensar que sí, porque todos sabemos que nuestro sistema es mejorable. Pero al mismo tiempo, me provocan muchas cautelas estas formaciones que se definen ni de izquierdas ni de derechas, que huyen de las ideologías y que sólo quieren lo mejor para los ciudadanos. ¿Para qué ciudadanos? me pregunto a continuación. ¿Para los que pertenecen a una clase alta y acomodada o para los que más ayuda necesitan?
UPyD llega cargada de ilusión, de ganas de cambiar las cosas, pero, al mismo tiempo, llena de incógnitas sobre su manera de actuar. Incógnitas que sólo se despejarán si algún día llegan a gobernar.
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